Contéstale, no lo informes.
Protégelo, no lo cubras.
Ayúdalo, no lo reemplaces.
Abrígalo, no lo tapes.
Ámalo, no lo idolatres.
Acompáñalo, no lo lleves.
Muéstrale el peligro, no lo atemorices.
Incorpóralo, no lo aísles.
Aliéntalo en sus esperanzas, no lo desencantes.
No le exijas ser el mejor,
pídele ser bueno y dale tu ejemplo.
No le prodigues amor, rodéalo de amor.
No le enseñes a "ser”, sé como tú quieres que él sea.
No le dediques la vida, vivan todos.
Recuerda que tu hijo
no te escucha, te mira.
Y finalmente,
cuando se rompa la jaula del canario,
no compres otra jaula,
enséñale a vivir “sin puerta”
y déjalo volar.
Solo eso....la vida de una mujer, que además es mamá. Su sentir diario...sus experiencias, sus alegrías, sus tristezas, sus logros, sus decepciones, sus errores, sus anhelos y aquellas reflexiones diarias.
viernes, 18 de julio de 2008
SI AMAS A TU HIJO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario