viernes, 29 de agosto de 2008

El libro del bebe


Uno de estos dias Carla encontró en una caja donde guardamos recuerdos, los libros del bebe de ella y de Cristian y fue muy emotivo leer juntas las cosas que escribi cuando ellos eran bebes y me di cuenta que olvidamos muchas veces cosas que es bueno recordar y lo útil que es hacer un libro de la vida de cada hijo, no solo un album de fotos sino escribir todas las ocurrencias diarias sobre su desarrollo, los juegos y aprendizajes durante su crecimiento. En su libro decia por ejemplo que cuando tenia 3 y 4 añitos con mama jugaba a los personajes de los cuentos preferidos, a ser princesas y con papa y su hermanito a perseguirse por la casa siendo el lobo que los trataba de atrapar y cuando leiamos juntas sus ojitos se le iluminaron y comenzo a recordar las cosas que pasamos en familia cuando eran mas chicos y que ahora lo hacemos todos con su hermanita. Decidimos comenzar a realizar tambien un libro de Pauli, aunque este va a estar en la web.

miércoles, 20 de agosto de 2008

Hijos de diferentes edades

La pequeña Pauli entro en su octavo mes, ya acostumbrada a la mamadera, ayer ceno por primera vez y ya quiere comenzar a gatear; mientras que carluchi festejó su ultimo día del niño convirtiendose en señorita, que grande estas mi vida!!!ya sos toda una mujercita!! y mi hombrecito ya me hace conversaciones sobre el curso de ingreso a la universidad!!! Como pasa el tiempo, si me parece que fue ayer que comenzaron a dar sus primeros pasos, sus primeras palabras, todos los recuerdos de su niñez estan tan frescos, los miro y mi corazon estalla de amor, estoy tan orgullosa de como son, tan diferentes y tan parecidos, de edades tan alejadas y al mismo tiempo cuando se sientan los tres a escuchar musica parecen de la misma edad, mis bellos , los amooooo!!!!!!
Soy la mama mas feliz del mundo por tenerlos, son mi razon de vivir!

viernes, 15 de agosto de 2008

Cansancio = estres

Mi rutina diaria comienza a las 6 de la mañana con la primera leche de mi beba, que si tengo suerte se duerme de nuevo, aproximadamente hasta las 9.30 hs, lo que yo aprovecho para levantarme tipo 8.30 y desayunar tranquila, para luego comenzar con mis tareas de ama de casa (poner ropa a lavar, limpiar, hacer compras, extender ropa, planchar, cocinar y darle de comer a la bebe) en el horario de 9 a 13 hs, que llegan mi esposo y mis dos hijos mayores a comer, por supuesto que todo eso siempre cuidando a la bebe (cambiando pañales, entreteniendola, vigilando que no le pase nada), comemos en familia e inmediatamente me voy a bañar para salir volando a mi trabajo, mi joranda laboral (con cuidado de bebe incluido) se extiende hasta las 19 hs, para volver a la casa si se puede 21.30 hs despues de ir al supermercado o a pagar cuentas y por ultimo retirar a mis hijos de sus estudios de idioma, una vez en casa, apenas tengo tiempo para ponerme algo mas comodo y a preparar la cena, mientras lavo los platos del mediodia (si es que mis hijos no me ayudaron con eso) pongo mas ropa a lavar o extiendo ropa que deje lavando, plancho algo que se necesite para el otro dia y comemos en familia, cerca de las 23.30 hs preparo la ultima mamadera y hago domir a Pauli, recien entonces termina mi rutina, acostandome rendida a dormir seis horas con pequeñas pausas cuando se despierta mi bebe lloriqueando, la acuno y se vuelve a dormir.....¿cuando descanso? ¿cuando estoy tranquila sin hacer nada? NUNCA
Eso si, aunque estoy ocupada todo el dia, nunca termino, nunca nadie valora lo que hago y siempre se me recrimina algo que no hice o que fue mi culpa, es demasiado y por eso es que mi cuerpo comenzo a darme señales, me siento permanentemente cansada, no me siento bien, por las noches tengo taquicardias y tengo fobias acerca de los peligros, me preocupan las cosas que pudieran sucederles a mis hijos. No puedo mas.....necesito organizar mi vida de otra manera, necesito ocuparme de mi una hora por dia y sentir que soy alguien....que los otros hagan algo por mi y que no esperen que yo haga todo por ellos.
¿alguien me puede dar una mano? alguien pasa lo mismo?

martes, 12 de agosto de 2008

Comentarios hirientes ¿Que hacer?

Todos los dias recibimos ciertos comentarios sobre nuestra persona, gratuitamente y que nos dejan mal. En estos últimos días en los que estoy mas sensible (efecto postparto atrasado) me afectaron ciertos comentarios de gente "amiga" y que colaboraron a que mi estima descendiera un poco mas y como siempre no conteste nada, por lo cual dedico este blog a analizar el tema: algunos comentarios se disfrazan de criticas constructivas ("destructivas") y van acompañadas de frases como "vos sabes que te lo digo porque te estimo" , "es por tu bien", "soy franca contigo porque soy tu amiga", lo mas lamentable es que esperan que les demos las gracias por la "valentia" de ser sinceros y por interesarse en nosotros, para que estemos "mejor". Otros comentarios son un reflejo de total falta de educación, a mi entender, si encuentras a alguien y lo saludas con un "estas mas gorda", "que te pasa que tienes esa cara" o algunas otra referencia a tu persona, no es mas ni menos que eso, no tener educación, o no tener delicadeza o sentimientos, o directamente no pensar en el otro. Entonces me pregunto ¿ que debo hacer en ese momento?¿me defiendo? ¿contesto tambien con un insulto? es muy facil caer un circulo vicioso de agresiones y que no le hacen bien a nadie. Conversando el tema con amigos que opinan igual que yo y leyendo en internet sobre experiencias similares, llegue a la conclusión que tenemos varias opciones, que dependen del estado de animo que tengamos en ese momento:
- hacer como si no hubiesemos escuchado nada, indiferencia total, hacer de cuenta que no fue para nosotros.
- responder con humor, con ingenio. ("estoy haciendo un experimiento")
- enfrentar directamente al critico con una pregunta como ¿tienes algunas razon para herirme? o ¿ que quisiste decir con eso? o ¿podrias repetirme, no se si escuche bien lo que dijiste?
- expresarle como te sientes cada vez que el te dice cosas asi, hacerle notar como se sentiria el si tu le dijeras algo que duela.

Analizando mas a fondo, estas personas necesitan rebajar a los demás para sentirse superiores y en todo caso son ellos los que tienen algun problema o están resentidos y por esa razón andan por la vida repartiendo agravios.

Cuenta un antiguo cuento oriental que un maestro fue agredido verbalmente, y entonces respondió:

- Hijo mío, si alguien se negara a aceptar un regalo, ¿a quién pertenecería este?

- A aquel que se lo ofreció - contestó el otro hombre.

- Pues, entonces, me niego a aceptar tus injurias - concluyó el maestro.

jueves, 7 de agosto de 2008

Angustia del octavo mes

A Pauli le faltan 10 días para cumplir los 8 meses y comenzó a ponerse muy molesta, llora bastante y no duerme bien. Con mis otros hijos no contaba con tanta información ya que no tenia internet, por lo que no me di cuenta que muchas cosas que les pasaban eran normales.
Si esta en esta etapa espero que le pase pronto....
¿Qué es la angustia del octavo mes?
Cuando el bebé cumple los 8 meses, y a veces incluso después del quinto mes de vida, sucede que sin motivo aparente, el bebé comienza a llorar desconsoladamente mientras está con su abuela o tía, durante la noche o mientras juega con otros miembros de la familia.
No es que le estén saliendo los dientes, ni que le haya dado un ataque de mimos, sino que está pasando por el primer desprendimiento de su vida, y eso, lógicamente, lo angustia a él y a sus padres también.
Suele suceder que lloran mucho durante el día y se despiertan más de lo habitual durante la noche, que quieren estar en brazos más de lo habitual y que no desean estar más que con la madre.

Fuente: http://www.babysitio.com/bebe/desarrollo_angustia.php

martes, 5 de agosto de 2008

Respetemos a nuestros hijos

El respeto que les tenemos a los hijos se manifiesta en la calidad del trato que les otorgamos y en la atención que ponemos en tratar de no invadir sin permiso sus espacios de autonomía. No es lo mismo, por ejemplo:

+ Supongo que esta mañana no has podido dejar ordenado tu cuarto. Me gustaría que lo hicieras ahora.

- ¡Eres un cochino, siempre lo dejas todo de cualquier manera! Ordena tu cuarto.

Las ventajas educativas de tratar a los hijos con el debido respeto son decisivas. Si nuestra relación con ellos no se basa en la consideración, se vuelve imposible llevar a cabo una acción educativa eficaz y la convivencia, a medida que se van haciendo mayores, resultará dificultosa.

Dos grandes razones justifican la necesidad de otorgar a los hijos un trato basado en el respeto:

Los niños tienen sentimientos igual o más intensos que nosotros. A menudo nos olvidamos de ello y pensamos que no tener ni el poder ni la madurez de la edad adulta es sinónimo de no acusar lo que pasa alrededor de uno.

Cuando a Pablo, en plena fiesta de cumpleaños de un amigo, su madre empezó a limpiarle los pantalones sacudiéndole con fuerza e increpándole furiosa: "¡Qué cochino eres! !Mira como te has puesto! ¡Siempre has de ser el más desastrado!" le estaba poniendo en evidencia delante de todos y los sentimientos de Pablo fueron de vergüenza y de odio hacia su madre.

- Cuando reciben un trato considerado, reaccionan con actitudes de colaboración. Pronunciar una frase amable para pedirles alguna cosa en vez de una orden autoritaria y cargada de reproches genera en ellos sentimientos de agradecimiento que les animan a identificarse y colaborar con la persona que no manda, sino que pide, recuerda, sugiere. No es magia: al igual que los adultos, los niños responden según los estímulos que reciben, se adaptan al trato recibido.

- Cuando reciben un trato desconsiderado o irrespetuoso, acaban por asumir conductas irrespetuosas, negativas e incluso agresivas. Al sentirse maltratado, el niño no puede por menos que sentir aversión hacia aquellos que le tratan mal, que no tienen en cuenta su dignidad. Y con esos sentimientos como cojín de su voluntad, es difícil que tenga ganas de seguir las indicaciones que ha recibido. Al contrario, es probable que por despecho, tenga ganas de desobedecer.

Imaginemos por un momento que en una reunión de amigos, nuestra pareja se mancha la camisa y, en voz alta y con tono de reproche le decimos: "Eres un auténtico desastre, siempre haces igual, mira como te has puesto, da vergüenza ir contigo a cualquier sitio..." Una situación similar sería tan inaudita que el simple hecho de imaginarla nos resulta cuando menos gracioso.

En cambio, si la escena se plantea entre padres e hijo, adquiere normalidad, pierde dramatismo. Incluso veríamos con relativa normalidad el pensar en un castigo si el hijo contestara una impertinencia.

Parémonos a pensar: ¿por qué nos parece normal destinarle un trato a nuestro hijo que de ninguna manera destinaríamos a nuestra pareja? ¿No podemos deducir que realmente nos olvidamos de pensar que tiene sentimientos y reacciones que dependen en gran medida de nuestra actitud con él?

Los niños aprenden a relacionarse y a comportarse por imitación y por contagio. Cuando son pequeños aprenden a hablar en el idioma que hablan los padres y, sólo mediante enseñanzas sistemáticas insistentes, consiguen aprender otros idiomas. Aprenden imitando las palabras que oyen. Pero al aprender a hablar no sólo adquieren esta habilidad, sino que adquieren con las palabras unos contenidos, unas actitudes, unas maneras de comunicarse.

Tan importante como las habilidades que adquieren son las ideas, actitudes y sentimientos que les han rodeado y que también aprenderán por imitación y por contagio. Pensemos por un momento en lo que aprenderá un niño cuando reciba de sus padres un trato más delicado, respetuoso y considerado, cuando haya podido imitar a sus padres en su consideración, delicadeza y respeto, y cuando, las palabras que haya escuchado desde pequeño expresen ideas valiosas y sentimientos positivos... Por el contrario, ¿qué forma de relacionarse y que valores tendrá un niño cuyos padres crearon en su casa un ambiente de falta de respeto, de autoritarismo, de desconsideración...

Es posible que, después de lo antes expuesto, quede en mis palabras un eco que no se corresponde con mi intención ni con la realidad de las cosas. Las palabras, con frecuencia son equívocas y nos inducen a errores. Me gustaría puntualizar que cuando hablo de respeto, consideración y delicadeza, no quiero decir no-intervención, no quiero decir que no haya que contrariar a los hijos, no quiero decir que debamos dejarnos avasallar por sus exigencias. Sólo quiero dejar claro que amonestar, orientar, informar o exigir no es lo mismo que insultar, avasallar, maltratar o avergonzar.

Fuente:
solohijos.com


Los 10 desafios de la madre moderna

Buscando información encontré algunos tips que nos sirven a las que queremos ser mamas modernas y no morir en el intento......

* Construir un espacio para el desarrollo en pareja

"¿Qué es ser una madre moderna?", se pregunta la siquiatra Mónica Bruzzone. Ella la define como una mujer con una vida propia, en que la maternidad ha pasado a ser una más de sus múltiples facetas: de ser sólo madre y dueña de casa, ahora también es trabajadora y participante activa de una constante interacción con otros.

La primera etapa de la maternidad, sin embargo, demanda una madre a tiempo completo, llevando a un segundo plano el desarrollo laboral y también el afectivo. Aquí es donde aparece el primer desafío, según la especialista: retomar la importancia de la pareja en sacar adelante un proyecto de vida que han comenzado juntos. Debe aprender a cuidarla, "pero no en el sentido de tomarle la mano y no dejar que mire para el lado. Es pensar en la relación, ponerle cabeza. Preguntarse: ¿cuándo fue la última vez que estuvimos solos?, ¿qué cosas gratas hacemos? Lo mejor que le puede pasar a un niño es que sus padres sean una pareja estable".

Cómo construir este espacio, si los dos trabajan a jornada completa y su tiempo de convivencia se remite a las noches y los fines de semana, es una tarea difícil. "La mujer tiene que ser creativa. Yo les propongo una idea: cuando un hijo vaya a una fiesta, en vez de mandar a un radiotaxi a buscarlo, ¿por qué no hacen hora yendo al cine, o van a tomarse un trago, y después pasan juntos a buscar al niño? Ése es un buen espacio para compartir. No tienen que ser grandes ni costosos panoramas".

No realizar este ejercicio trae consecuencias a corto plazo: "Los hombres lo sienten, lo viven como un abandono. Y eso tiene que ver con dos piedras en los zapatos de las mujeres: la falta de tiempo y la deuda de estar todo el día fuera de la casa, una culpa que ellas sienten que pagan mucho más los hijos que la pareja. Pero la vida en pareja es tan importante como la de los hijos, porque todo en la vida es más fácil de a dos. Las mujeres que crían solas a sus hijos llevan una tremenda carga sobre sus hombros, que va mucho más allá de tener que mantenerlos", asegura Mónica Bruzzone.

* Lograr comprometer a la familia en ser moderna

"No se puede ser mamá moderna en una familia no moderna", sentencia la sicóloga Isidora Mena. Ninguna mujer puede aspirar a cumplir bien su rol si su marido y sus hijos la demandan como si el 100% de su vida girara en torno a la casa y las labores domésticas. Por eso, el desafío de esta mujer "es conversar con su marido cuál será la estructura familiar, ver quién hace qué cosa, que todos asuman responsabilidades. Es absolutamente equivocado tratar de ser una mamá moderna cuando el marido le pide que le sirva la comida y le traiga las pantuflas, porque entonces se va a producir una batalla campal. En vez de mamá moderna, ésa va ser una mamá estresada".

En este estancamiento, Isidora Mena achaca cierta responsabilidad a las propias mujeres, a quienes aún les falta trabajar con sus familias y con ellas mismas para cambiar el paradigma. "Esto no es llegar y cambiar el sistema. Las mujeres aún tenemos inmadurez en este punto: no hemos aprendido a delegar lo suficiente, tendemos a usar el mismo esquema con el marido e hijos que cuando no trabajábamos. Entonces trabajamos por dos, andamos estresadas, no usamos bien el tiempo y terminamos victimizándonos. Las mujer tiene mucho poder en la casa, y si empieza a trabajar tiene que delegar ese poder, no sólo tenerlo ella".

* Aprovechar bien el tiempo

Muchas mujeres sienten que el poco tiempo que les queda no pueden invertirlo en sus hijos, más aun si no tienen ayuda en las labores domésticas. Aflora en ellas el sentimiento de que no están ahí cuando las necesitan; que el reducido momento que comparten lo usan para regañarlos más que para afianzar la relación.

¿Cuánto tiempo debería dedicarse a los hijos? "Se sabe que entregarles mucho no es bueno, porque los satura y les coarta la autonomía", sostiene la sicóloga Isidora Mena. "Pero también la calidad de ese tiempo tiene que ver con la cantidad, y ésta, aunque varía según la edad del niño, nunca es el mínimo. Pero con las condiciones laborales de este país, eso es lo que al final se entrega".

Para lograr maximizarlo, hay que ocupar el tiempo en conocer profundamente al hijo. "No es que uno se ponga a escuchar la música que ellos escuchan, pero hay que saber de qué se trata. El acercamiento madre-hijo es un vínculo que se crea desde que se sale del posnatal y se vuelve a trabajar. Por eso, hay que preocuparse más de ellos el fin de semana, y menos de que todo esté limpio y perfecto", enfatiza Mónica Bruzzone.

Pero tampoco hay que caer en el error de convertir estos espacios en un momento de evasión de conflictos y endiosamiento del niño, herramienta que muchas madres ocupan para calmar la culpa que sienten. "Es inevitable que se produzcan roces: que apaga la tele, que lávate los dientes, que estás castigado por no hacer las tareas... Eso no es una pérdida de tiempo, es precisamente parte de la crianza, porque la frustración es necesaria para el desarrollo de los hijos: fortalece el yo, se aprende a postergar el deseo y a tolerar la incertidumbre".

* Establecer rutinas dentro del hogar

Una forma de afianzar la relación filial y darse el tiempo para conocer a los hijos es establecer rutinas entre ambas partes. Una de las más importantes y recomendadas, sugiere la siquiatra Mónica Bruzzone, es que todos coman juntos en la noche, "aunque uno esté muy cansada o haya tenido un día fatal. Eso no importa. Se come todos los días juntos y punto. Hay que tener una hora de comida en que todos se sienten, donde todos se enteren de lo que le pasó al otro durante el día. Debe ser una hora apropiada para que los niños se puedan acostar a una hora razonable". Reconoce también que es uno de los desafíos más difíciles de cumplir por parte de las mujeres. "Es mucho más fácil que la nana le dé comida a los niños, los deje bañados y uno los vea acostados. Pero el costo emocional para ellos es tremendo".

Isidora Mena también recomienda tener rutinas de contacto durante el día, como llamarlos desde la oficina a una hora determinada para preguntarles cómo están, si necesitan algo, enviarles un beso, pero no para intentar solucionar los problemas a distancia. "No hay que llamar para que la nana o la abuela acuse al niño y ella tenga que retarlo por teléfono. Eso se conversa en la casa", puntualiza. En los niños más chicos, además, este contacto a distancia es indispensable. "Hay que hacerse presente, llamar hasta al más chico, aunque aún no sepa hablar, para que escuche la voz de la mamá. Con ellos no hay que perder el contacto, porque lo que no ven, no oyen o no tocan, para ellos no existe", advierte Mónica Bruzzone.

* No delegar lo indelegable

"Parece obvio, pero no lo es. No se puede delegar la construcción de la relación madre e hijo, que pasa por conversar, por conocerlo, por saber qué es lo que le pasa, por enseñarle cosas, por contarle cosas de uno", dice Isidora Mena. Por eso, hay actos que la madre debe tratar de no postergarlos ni encomendárselos a otras personas.

El principal, según la especialista, es amamantar, y tratar de seguir haciéndolo aún después del período del posnatal. Pero también hay otras instancias, especialmente cuando los niños son más chicos, que hay que saber aprovechar para estrechar el vínculo. "El período de lactancia es súper importante para el apego de la madre y el hijo. Aunque la madre no pueda darle pecho, es importante que le dé mamadera, que lo acurruque, que le saque los flatitos, lo haga dormir. Que eso no lo haga otra persona, porque es durante la primera infancia cuando se produce el principal vínculo de apego, de autoestima y de querer y respetar al otro. Mudar a la guagua se puede delegar, pero también conlleva otros gestos de cariño, de sobarle la guatita, de pasarle el algodón suavecito, que son importantes que lo haga la madre y no otra persona".

* No aspirar a la perfección

"Una mamá que aspira a la perfección está fregada", dice Mónica Bruzzone, y acuña el término del sicoanalista y pediatra Donnald Winnicot para graficar cuál es el desafío de las madres modernas: "Aspirar a ser suficientemente buena, una mamá que no aspira a ser perfecta, que acepta sus limitaciones y se piensa a sí misma con su hijo. Es una madre que está disponible para él, pero no de forma incondicional, sino que es capaz de poner límites y decir ahora me toca a mí". Es una madre que tolera que el hijo se enoje con ella, que no le da en el gusto en todo. Por ejemplo, no les hace las tareas a sus hijos, sino que les enseña a organizarse y a que desarrollen su autonomía, y les ayuda en esa búsqueda. Pero si tienen una duda, tampoco les dicen pero si usted es inteligente, estudie, sino que les abren la mente".

La madre ideal existe sólo en los cuentos, y así lo entienden también los hijos. "Ellos buscan esencialmente sentir que su mamá se preocupa por ellos y los quiere. No importa que lo haga mal en aspectos formales. Sí que sea capaz de contener sus ansiedades", apunta Isidora Mena.

* No abandonarlos por el trabajo

Ambas especialistas coinciden en que una madre debe evaluar muy bien su salida del hogar, si lo hace por necesidad, por desarrollo personal o por una presión social detrás. También debe ser capaz de poner límites a su jornada laboral, de tal forma que ésta no termine absorbiéndola en desmedro de su pareja e hijos. Isidora Mena ejemplifica: "Si una mujer trabaja sin límites para tener dos televisores en vez de uno, el riesgo de dejar abandonados a sus hijos es grande. Y si la mamá les falla, el resultado puede ser terrible: los niños comienzan a reaccionar con rebeldía, se portan pésimo en la casa, de tal forma que la mamá no sabe cómo podrá seguir trabajando. También les va muy mal en el colegio. Todos esos son mensajes para decirle a la mamá que vuelva a la casa".

* Dejar atrás las culpas

Una gran parte de las mujeres, en mayor o menor grado, siente culpa por salir a trabajar, por no poder compartir a tiempo completo con sus hijos, por llegar cansada en la noche muchas veces sin la paciencia ni el ánimo para atenderlos. El desafío, según las especialistas, no es acabar con la culpa, sino transformarla de persecutoria a reparatoria.

Explica Mónica Bruzzone: "La culpa persecutoria hace que la madre encuentre todo malo, que diga mi situación es terrible, dejé a los niños botados, les pueden pasar cosas espantosas. Esa mamá llega a la casa y los niños se convierten en su principal amenaza, porque le recuerdan la culpa. En cambio, si uno siente culpa reparatoria, igual se siente culpable, porque le habría gustado estar con los niños, pero no lo toma tan terrible, porque sabe que no los ha dejado botados, se preocupa desde que se tomen su leche todos los días hasta de formarles hábitos".

"Si sientes en el fondo de tu corazón que no tienes que trabajar, no lo hagas", agrega Isidora Mena. "Si uno se siente culpable es terrible, porque hace mil cosas para compensar: sobreprotege, regala cosas, y eso lleva a deteriorar la relación madre-hijo".

* Desarrollar una vida propia

Uno de los desafíos clave para dejar de lado la culpa es, precisamente, algo que en muchas mujeres aumenta este sentimiento: darse un tiempo para sí misma. Un espacio que, según Mónica Bruzzone, es fundamental para la salud mental de la madre, y a la larga también de los hijos.

Que la madre pueda darse un momento de distensión le permite cambiar el switch y bajar la tensión que le produce su rol en el trabajo y con sus hijos, frente a los cuales siente que no puede mostrarse débil. "La mujer debe darse ese tiempo para desarrollar su lado lúdico, juntarse con las amigas a tomarse un café. No todos los días, pero sí por lo menos una vez al mes, y avisarle al marido para que llegue más temprano, o, si no existe marido, hablar con una hermana, una abuela, para que cuide a los niños. Lo importante es que no se prive de algo que también necesita".

Para la mujer es de vital importancia sentirse acogida dentro de un grupo de pares. "Para los niños ella tiene que ser grande, responsable, consecuente, eficiente, cariñosa, pero, ¿cuándo es chica ella? ¿en qué lugar se puede reír de una lesera? Todo lo que es bueno para ella también es bueno para los hijos; si no, la vida se hace muy fome".

* Reencantarse con la familia y con ellas mismas

No es que la mujer moderna se haya desencantado con la maternidad; sí lo ha hecho con las condiciones en que debe desarrollarla, en un contexto en que muchas veces no recibe apoyo del resto de los miembros de la familia, ni menos de la sociedad, donde las leyes laborales no favorecen ni estimulan un espacio para que la mujer pueda dedicarse a la crianza de los hijos.

Tanto Isidora Mena como Mónica Bruzzone coinciden en que si hay alguien con quien se desencantan las madres es con ellas mismas, porque sienten que no pueden cumplir con las expectativas que se han forjado. Como resultado, acota Isidora, "les baja la autoestima, trabajan mal, deprimidas y enojadas con ellas mismas. Sienten lata de ir al trabajo y muchas contradicciones internas".

Todo esto es producto de su ansiedad por la perfección. Por eso, más que aspirar a la familia perfecta, hay que reencantarse con lo que se ha logrado y con lo que aún se puede hacer en cada día. Mónica Bruzzone es muy clara cuando sentencia que el desencantamiento tiene como causa la intolerancia: "La maternidad por sí no desencanta; basta ver a las madres adolescentes - el escenario, creo yo, donde la maternidad se da en condiciones más adversas- , que, si son contenidas y apoyadas por otras mujeres más grandes, pueden llegar a ser muy felices. No es ser mamá ni la exigencia de la maternidad lo que cansa; es la exigencia de la perfección lo que hace que la mujer se desencante. Así, también puede ser un cacho la pareja, el trabajo... Todo es un cacho si yo quiero que resulte top one".

Fuente: El Mercurio, Chile / MujerNueva.org

lunes, 4 de agosto de 2008

Mujer moderna


A propósito de algunos de mis blog anteriores.....alguien escribió esto que comparto totalmente....

"Son las 6 hs. a.m., el despertador no para de sonar y no tengo fuerzas ni para tirarlo contra la pared.

Estoy acabada. No querría tener que ir al trabajo hoy.

Quiero quedarme en casa, cocinando, escuchando música, cantando, etc.

Si tuviera un perro, lo pasearía por los alrededores.

Todo menos salir de la cama, meter primera y poner el cerebro a funcionar.

Me gustaría saber quién fue la bruja,

la matriz de las feministas que tuvo la infeliz idea de reivindicar los derechos de la mujer

y por qué hizo eso con nosotras que nacimos después de ella.

Estaba todo tan bien en el tiempo de nuestras abuelas!

Ellas pasaban todo el día bordando, intercambiando recetas con sus amigas,

enseñándose mutuamente secretos de condimentos, tucos, remedios caseros,

leyendo buenos libros de las bibliotecas de sus maridos, decorando la casa,

podando árboles, plantando flores, recogiendo legumbres de las huertas y educando a sus hijos.

La vida era un gran curso de artesanos, medicina alternativa y cocina.

Hasta que vino una fulanita cualquiera que no le gustaba el corpiño

y contamina a varias otras inconsecuentes rebeldes con ideas raras sobre

"Vamos a conquistar nuestro espacio". ¡Que espacio ni que nada!

Ya teníamos la casa entera, todo el barrio, el mundo a nuestros pies.

Teníamos el dominio completo sobre los hombres;

ellos dependían de nosotras para comer, vestirse y para hacerse ver delante de sus amigos.

¿Qué rayos de derechos quiso brindarnos?

Ahora ellos están confundidos, no saben qué papel desempeñan en la sociedad,

huyen de nosotras como el diablo de la cruz.

Ese chiste, esa gracia, acabó llenándonos de deberes.

Y lo peor de todo, acabó lanzándonos dentro del calabozo de la soltería aguda.

Antiguamente, los casamientos duraban para siempre.

¿Por qué, díganme por qué, un sexo que tenía todo lo mejor,

que sólo necesitaba ser frágil y dejarse guiar por la vida, comenzó a competir con los machos?

Miren el tamaño del bíceps de ellos y miren el tamaño del nuestro,

Estaba cantado, eso no iba a terminar bien.

No aguanto más ser obligada al ritual diario de estar flaca como una escoba pero con tetas y cola paradas, para lo cual tengo que matarme en el gimnasio además de morir de hambre,

ponerme hidratantes, antiarrugas y demás armas para no caer vencida por la vejez…

Maquillarme impecablemente cada mañana desde la frente al escote,

tener el pelo impecable y no atrasarme con la tintura que las canas son peor que la lepra,

elegir bien la ropa, los zapatos y los accesorios, no sea que no esté presentable para esa reunión de trabajo.

No me banco más tener que decidir qué perfume combina con mi humor, ni tener que salir corriendo para quedarme embotellada en el tránsito y tener que resolver la mitad de las cosas por el celular,

correr el riesgo de ser asaltada, de morir embestida.

Instalarme todo el día frente a la pc laburando como una esclava (moderna, claro),

con un teléfono en el oído y resolviendo problemas uno detrás de otro, para salir con los ojos rojos

(por el monitor, claro, para llorar de amor no hay tiempo).

Estamos pagando el precio por estar siempre en forma, sin estrías, depiladas,

sonrientes, perfumadas, uñas perfectas, sin hablar del currículum impecable,

lleno de maestrías, doctorados y especialidades.

Nos volvimos "súper mujeres"... Pero seguimos ganando menos que ellos!

¿No era mejor, mucho mejor seguir tejiendo en la silla mecedora?

Sabes que queremos las mujeres??? Basta!!!

Quiero que alguien me abra la puerta para que pueda pasar,

que corra la silla cuando me voy a sentar,

que me mande flores, cartitas con poesías, que me dé serenatas en la ventana.

Si nosotras ya sabíamos que teníamos un cerebro y que lo podíamos usar.

Para quééééé había que demostrárselo a ellos???

Ay dios mío!, son las 6:30 am y tengo que levantarme...

Estoy abdicando de mi puesto de "mujer moderna"!

Alguien mas se suma???

Otro fin de semana particular

Estos últimos fines de semana no fueron precisamente para descansar o distraerme, todo lo contrario, no paro de hacer cosas en la casa, mis hijos me ocuparon el poco tiempo libre, cada uno con sus motivos según la edad, Cristian y Carla, en su despedida de las vacaciones, con sus salidas con amigos o amigos que vienen a casa ( con todo lo que eso implica) y la bebe con su adaptación a la mamadera y con los repentinos cambios de humor ya que sus primeros dientes están próximos a aparecer. En definitiva el sabado queria solamente acostarme, aunque mi marido me insistió para salir un rato, lo único que queria era bañarme y dormir; el domingo no fue muy distinto, solo logre relajarme a la noche, cuando todos dormian pude tener unos minutos para mi, que solo aproveche para leer un rato antes de dormir. Necesito un dia sin complicaciones, un dia de relax, sin nada que pensar.... lo necesito ya, espero que sea pronto!!!

viernes, 1 de agosto de 2008

Viajes de egresados

"Estudiante grave, tras el viaje de egresados", hoy lei en un diario local esta noticia que me hizo pensar en un tema que me preocupa bastante ya que mi hijo tendrá su viaje el próximo año. Como todos sabemos, en estos viajes existen graves problemas de seguridad y además los adolescentes creen que pueden realizar en ellos lo que quieran sin pensar en las consecuencias. Porsupuesto que como padres solamente podemos aconsejar a nuestros hijos y esperar que llegado el momento actuen con madurez, para que el soñado viaje sea disfrutado y no se convierta en una pesadilla. Como padres somos exageradamente cuidadosos con los peligros que corren nuestros hijos y siempre les repetimos los cuidados que deben tener ante las distintas situaciones que se les puedan presentar. Asi que desde ya a cristian cuando se nos da la oportunidad de tocar este tema, tratamos de hacerle ver que se puede disfrutar sanamente y sin hacer locuras. Mi gran miedo es que le suceda algun accidente o que por seguir al grupo de amigos ponga en riesgo su vida. Soy muy tematica (pienso que todos los padres lo somos) y aunque ellos ya realizaron otros viajes con su colegio o con el club donde practican deportes y tienen experiencia, hasta que no vuelva sano y a salvo no estaré tranquila. Tengo que asumir que ya esta grande y que no puedo cuidarlo como antes, tengo que dejarlo crecer y cometer sus propios errores. No quiero ni imaginarme cuando ingrese a la universidad (solo falta un año y medio) y tenga que irse a vivir solo. A todas las madres les pasara como a mi o soy yo la del problema...

why cry?


Why Cry esta especialmente ideado para aquellos padres que se encuentran en esa justa etapa donde se topan con que su niño esta repleto de necesidades que demanda con llantos imposibles de identificar y que tienen que ir adivinando qué lo causa para remediarlo.

Este aparato creado por el diseñador español Pedro Monagas, aparentemente puede analizar la intensidad, frecuencia, volumen y características del llanto, para pocos minutos después identificar en su pantalla el motivo que lo provoca.

Los padres sabrán si su niño tiene hambre, aburrimiento, dolor, sueño o estrés en un instante y podrán poner manos a la obra para que el lloriqueo acabe. Según afirman tiene un 90% de efectividad y sale unos 90 Euros.

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